La carretera es uno de los lugares más peligrosos. Cada día se producen innumerables accidentes y muchos de ellos acaban en lesiones. A veces, estos accidentes escapan a tu control, por muy precavido que seas. Otros conductores a tu alrededor pueden cometer errores al conducir, el tiempo puede ser muy malo y una carretera en mal estado también puede causar accidentes.
Entonces, ¿cómo protegerse de las lesiones por accidente de tráfico si además hay factores que escapan a nuestro control? A continuación te damos algunos consejos que debes tener en cuenta. Sigue leyendo para saber más.
No es sólo el dolor de las lesiones con lo que tendrás que lidiar después de un accidente. También vienen las cargas económicas, como los gastos de hospitalización y las reparaciones del vehículo. Dependiendo de la gravedad de las lesiones, puedes incluso faltar al trabajo y perder ingresos.
Una de las mejores maneras de protegerse de estas cargas financieras es tener un seguro de lesiones personales. ¿Qué es la protección por daños personales y por qué contratar uno?
La protección contra lesiones personales o "PIP" es una cobertura de seguro de automóvil que ayuda a pagar los gastos médicos y el lucro cesante tras un accidente de coche, independientemente de quién sea el culpable. Algunos estados con leyes de seguro de coche "sin culpa" suelen exigir PIP. El seguro "sin culpa" significa que tu compañía de seguros pagará tus gastos médicos y el lucro cesante, hasta el límite de tu póliza, independientemente de quién haya causado el accidente.
Incluso si tienes seguro médico, obtener cobertura PIP sigue siendo una buena idea. Tu seguro médico puede tener una franquicia que tendrás que abonar antes de que empiecen a pagar tus gastos médicos. A veces, es posible que el seguro médico no cubra todos los gastos médicos. El seguro PIP puede ayudarle a cubrir esos gastos.
Tu póliza de seguro de coche estándar cubrirá los daños materiales y corporales causados por un accidente. También te cubrirá si el otro conductor te demanda. Pero no cubre los gastos médicos ni el lucro cesante. La cobertura PIP es un complemento excelente de tu seguro de coche habitual.
Estar asegurado es la protección más básica que puedes tener contra las lesiones por accidente de coche. Estarás cubierto económicamente si tienes un accidente y sufres lesiones. Pero antes de plantearte contratar un seguro, debes saber cómo mantener tu coche y a ti mismo a salvo en la carretera.
Independientemente de la marca o el modelo del coche, si no está en buenas condiciones puede provocar accidentes. Los vehículos necesitan un mantenimiento regular, ya que las piezas pueden desgastarse con el tiempo. Cuando estas piezas no están en buen estado, pueden causar problemas durante la conducción, como frenazos bruscos o problemas de dirección.
Para evitar accidentes, asegúrate de comprobar siempre las siguientes piezas de tu coche:
Los neumáticos son una de las partes más importantes de tu coche. Son los que te mantienen pegado a la carretera. Si están en mal estado, pueden provocar accidentes. Revisa tus neumáticos con regularidad para detectar cualquier signo de desgaste, como grietas, calvas o abultamientos.
La incapacidad para frenar a tiempo es una de las causas más comunes de un accidente por alcance. accidente por alcance. Esta colisión puede provocar lesiones graves, como latigazo cervical, lesiones medulares o lesiones en la cabeza. Por eso es crucial que compruebe regularmente sus frenos y se asegure de que están en buenas condiciones. Las señales de que necesita sustituir sus frenos son ruidos chirriantes, pulsaciones al pisar el pedal del freno o un retraso en la respuesta cuando pisa el pedal.
Las luces de tu coche son la única parte visible cuando conduces de noche o con mal tiempo. Si no funcionan correctamente, puede ser difícil que otros conductores te vean, lo que puede provocar accidentes. Revisa las luces con regularidad y sustituye las bombillas fundidas.
Si no puedes ver con claridad, es más probable que tengas un accidente. Por eso es crucial tener unos buenos limpiaparabrisas que limpien la lluvia, la nieve o la suciedad.
Además de mantener tu coche en buen estado, también debes ser un conductor a la defensiva. Ser un conductor a la defensiva significa ser consciente de lo que te rodea y conducir de forma que se minimice el riesgo de accidente.
Aquí tienes algunos consejos para ser un conductor a la defensiva:
Antes de conducir, comprueba siempre tu cinturón de seguridad y recuerda a tus acompañantes que deben abrochárselo. Si llevas algo en el coche, sujétalo bien para que no se convierta en un proyectil en caso de accidente.
Ceder el paso es una de las normas más básicas de la carretera. Pero muchos conductores no la respetan. Si no estás seguro de quién tiene el derecho de paso, cede el paso al otro conductor. Es mejor prevenir que curar.
Las distracciones pueden provocar accidentes. Así que mantén los ojos en la carretera y las manos en el volante en todo momento. Si necesitas hacer algo inmediatamente que te distraiga de la conducción, detente en un lugar seguro.
La conducción agresiva es aquella que aumenta el riesgo de accidente. Incluye el exceso de velocidad, ir a rebufo, entrar y salirse del tráfico y cambiar repentinamente de carril. Los conductores agresivos tienen más probabilidades de sufrir un accidente. Por eso es importante conducir siempre a una velocidad segura y dejar suficiente espacio entre el coche que te precede y tú.
Que usted respete las normas de tráfico no significa que los demás conductores lo hagan. Es importante estar siempre alerta ante los conductores temerarios. Si ves a un conductor que no respeta las normas de circulación, aléjate de él. Además, nunca des por sentado que otros conductores te cederán el paso. Comprueba siempre dos veces antes de girar o incorporarte al tráfico.
Los accidentes pueden ocurrir incluso si eres un conductor a la defensiva. Por eso es importante saber qué hacer después de un accidente para evitar más lesiones.
Una vez que has sufrido un accidente, es importante mantener la calma y evaluar la situación. Si tú o alguien más estáis heridos, es mejor no moverse. Espera a que lleguen los servicios de emergencia.
Si no hay heridos, puedes apartar el coche a un lado de la carretera. Enciende las luces de emergencia para avisar a los demás conductores. A continuación, llama a la policía e intercambia los datos del seguro con el otro conductor. Haz fotos del lugar del accidente, de los daños de tu coche y del coche del otro conductor. La documentación será útil para presentar una reclamación al seguro.
Después de intercambiar información con el otro conductor y llamar a la policía, puedes esperar a que lleguen al lugar de los hechos o conducir hasta un lugar seguro. Si decides irte en coche, asegúrate de que tienes toda la información que necesitas antes de irte.
Los accidentes pueden ocurrir en cualquier momento. Pero hay cosas que puede hacer para minimizar el riesgo de sufrir lesiones y protegerse en caso de accidente. Ser un conductor a la defensiva y mantener tu coche en buenas condiciones puede ayudarte a reducir el impacto, evitar un accidente y protegerte de las lesiones. Mantén la calma, evalúa la situación y pide ayuda si alguna vez sufres un accidente.
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