Todos los días se producen lesiones graves que se cobran un peaje físico, emocional y económico y alteran drásticamente la trayectoria vital de quienes las sufren. Se calcula que cada año unas 17.000 personas sufren nuevas lesiones medulares en Estados Unidos. lesiones medulares (LME).
Entre los más jóvenes que sufren este tipo de traumatismos en Nueva York, Nueva Jersey y todo el país, los accidentes de tráfico figuran entre las principales causas. Emergencias médicas con efectos potencialmente graves a largo plazo, las lesiones medulares suelen tener repercusiones que cambian la vida de quienes las sufren. También para sus familias.
Tras sufrir lesiones en un accidente de tráfico, saber qué esperar puede ayudar a las personas a adaptarse y sobrellevar su situación.
La médula espinal, un apretado haz de células y nervios que se extiende por la mitad de la espalda, transmite señales entre el cerebro y el resto del cuerpo. Los traumatismos, las enfermedades, la degeneración y otros factores pueden doblar, comprimir o dañar este haz de nervios.
A menudo, esto ocurre debido a un golpe que disloca, rompe o aplasta las vértebras. El hueso puede entonces presionar los nervios o desgarrar o cortar el tejido de la médula.
Cuando esto ocurre, suele afectar a la capacidad del organismo para enviar y recibir mensajes del cerebro, lo que da lugar a las denominadas lesiones medulares.
Según MayoClinic.orglos accidentes de coche causan casi la mitad de todas las nuevas lesiones medulares cada año. La fuerza de un accidente de coche puede sacudir y empujar a los ocupantes del vehículo, haciendo que entren en contacto con el interior del coche o con otros pasajeros, o incluso que salgan despedidos del vehículo.
Estos traumatismos pueden provocar lesiones en el cuello y en la columna vertebral. Las personas también suelen sufrir lesiones medulares por resbalones y caídas, contactos y actividades deportivas y recreativas, y actos de violencia.
Además de los traumatismos, algunas enfermedades, como la artritis, la inflamación de la médula espinal, la osteoporosis y el cáncer, también causan lesiones medulares.
Los síntomas que experimentan las personas debido a una LME varían en función de varios factores, como la gravedad y la localización de la lesión. Nuestros especialistas en neurología suelen clasificar la gravedad en completa o incompleta, dependiendo de si el paciente ha perdido toda o parte de la sensibilidad y el movimiento por debajo del nivel de la lesión.
Algunos de los síntomas más comunes asociados a las lesiones medulares son los siguientes:
Las lesiones medulares también suelen provocar cierto grado de parálisis. Los profesionales médicos pueden diagnosticar a las víctimas de accidentes de tráfico tetraplejia o paraplejia como consecuencia de lesiones medulares.
La tetraplejia o cuadriplejia consiste en la parálisis del tronco, las manos, los brazos, las piernas y los órganos pélvicos. La paraplejia, por su parte, implica una pérdida total o parcial de la sensibilidad y el movimiento de las piernas, los órganos pélvicos y el tronco.
Normalmente, los síntomas derivados de un traumatismo grave de espalda se producen en el nivel neurológico de la lesión o por debajo de él. Por ejemplo, alguien que se fractura las cervicales puede perder toda la sensibilidad por debajo del cuello.
Sin embargo, una persona que sufre una lesión por aplastamiento en la columna lumbar puede tener parálisis sólo de las extremidades inferiores.
Además de causar estos efectos, los síntomas de las lesiones medulares a veces provocan complicaciones que pueden empeorar el estado de salud de las personas o, en algunos casos, incluso causar la muerte. Además de afectar a la sensibilidad y el movimiento, los efectos de las LME suelen afectar al funcionamiento del organismo.
Por ejemplo, dependiendo de la localización y gravedad de la lesión, las personas pueden experimentar cambios sustanciales en el control de esfínteres, el funcionamiento de los sistemas circulatorio y respiratorio, la densidad ósea, el tono muscular, la salud sexual e incluso la salud mental.
Las personas con lesiones medulares tras un accidente de tráfico corren a veces un mayor riesgo de sufrir infecciones urinarias o renales, así como de desarrollar cálculos renales o vesicales. Aunque la vejiga sigue almacenando la orina de los riñones, las alteraciones del sistema de señales del organismo pueden causar problemas para vaciarla.
En ocasiones, las lesiones medulares también afectan al control de los movimientos intestinales.
Cuando las lesiones medulares afectan al abdomen y al tórax, pueden afectar a la capacidad de toser y respirar. En consecuencia, pueden tener más probabilidades de desarrollar neumonía u otras afecciones pulmonares potencialmente graves.
Entre otros cambios, los traumatismos graves de espalda también causan a veces problemas de control circulatorio. Entre los problemas circulatorios secundarios derivados de las lesiones medulares, cuya gravedad varía desde los perjudiciales hasta los potencialmente mortales, figuran la hipotensión ortostática y la disreflexia autonómica.
Los problemas circulatorios causados por este tipo de lesiones también pueden provocar la aparición de émbolos pulmonares, trombosis venosa profunda u otros coágulos sanguíneos.
Al carecer de todo o parte del control muscular por debajo del nivel de la lesión, algunos lesionados medulares sufren espasticidad o flacidez muscular. Además, suelen llevar un estilo de vida más sedentario debido a sus dolencias, lo que contribuye a la atrofia muscular y a la pérdida de peso.
Los traumatismos también suelen provocar problemas de densidad ósea, que se suman a la posibilidad de sufrir fracturas, fracturas u osteoporosis.
Las lesiones por presión suelen afectar a las personas con lesiones medulares. Al perder sensibilidad, la piel no siempre informa al cerebro de que ha sufrido una lesión debido a causas como la presión prolongada por estar sentado en el mismo sitio durante mucho tiempo. En consecuencia, pueden aparecer escaras y otras heridas por presión.
Dependiendo del grado de la lesión, las lesiones medulares pueden afectar a los órganos y funciones sexuales. Las mujeres con lesiones medulares pueden experimentar problemas de lubricación, mientras que los hombres a veces tienen disfunciones en la erección y la eyaculación.
Más allá de los retos físicos, vivir con una LME también tiene un coste mental para muchos. Los cambios en el movimiento y control de su cuerpo provocan en muchos sentimientos de confusión e impotencia. La depresión suele afectar a las personas con traumatismos en la columna vertebral, ya que tienen que lidiar con el dolor causado por sus lesiones y aceptar y hacer frente a su estado.
Como consecuencia de la depresión, las personas pueden experimentar síntomas como empeoramiento del dolor, dificultades para dormir, pérdida de energía y menor disfrute de la vida.
Algunas lesiones medulares son evidentes, mientras que otras requieren un diagnóstico minucioso por parte de especialistas en neurología. especialistas en neurología u otros profesionales médicos. La fuerza y los daños de las colisiones automovilísticas causan a veces traumatismos craneoencefálicos, lesiones penetrantes en la zona de la espalda y fracturas pélvicas que también dañan la médula espinal.
Para diagnosticar un traumatismo de este tipo, el personal sanitario realizará pruebas diagnósticas, que pueden incluir radiografías de la zona afectada, mielogramas, resonancias magnéticas (RM), tomografías computarizadas (TC) y pruebas de potenciales evocados somatosensoriales. Las evaluaciones radiológicas de este tipo permiten a los médicos neoyorquinos especialistas en accidentes de tráfico identificar fracturas, anomalías óseas, coágulos de sangre y otros problemas que puedan comprimir la médula espinal.
A médico de lesiones de coche también puede utilizar otras pruebas para determinar la fuerza muscular y la capacidad del paciente para sentir ligeros toques, así como la sensación de pinchazos.
Tras estabilizar al paciente y realizar el diagnóstico inicial, el equipo médico suele centrar su atención en determinar la gravedad de la lesión y el pronóstico probable del paciente.
Desafortunadamente, los médicos de accidentes de coche no pueden revertir el daño completo de la médula espinal con las técnicas y opciones médicas actuales, pero pueden y tratan las lesiones. El tratamiento se centra en la prevención de nuevas lesiones y en la capacidad de volver a llevar una vida productiva.
La atención específica que prestan nuestros profesionales médicos depende de factores como la edad, el estado de salud y los antecedentes médicos del paciente; el alcance y el tipo de traumatismo que ha sufrido; y la respuesta del paciente a los tratamientos iniciales. La atención que reciben los pacientes por un traumatismo de este tipo suele incluir las fases de urgencias, atención temprana o atención continuada.
Muchas lesiones por accidente de tráfico requieren una actuación médica urgente. En el lugar del accidente, los profesionales de urgencias médicas suelen inmovilizar la columna vertebral del paciente y trasladarlo al hospital para recibir atención.
Para evitar que la espalda se mueva durante el trayecto desde el lugar del accidente hasta el centro médico, los paramédicos pueden utilizar una tabla de transporte rígida y un collarín rígido.
Las primeras fases del tratamiento tras la llegada al hospital suelen consistir en observación y tratamiento médico. Por lo general, el equipo sanitario se centrará en mantener la capacidad respiratoria de la víctima del accidente, inmovilizarla, prevenir la aparición de un shock y evitar complicaciones secundarias inmediatas.
En la unidad de cuidados intensivos o en un centro médico especializado, los lesionados en accidentes de tráfico suelen trabajar con un equipo de médicos, que a menudo incluye especialistas neurológicos, cirujanos ortopédicos, psicólogos, enfermeras, trabajadores sociales y otros.
Los cuidados específicos que reciben las personas hospitalizadas tras una lesión medular causada por un accidente varían, pero pueden incluir tracción, administración de medicamentos intravenosos y cirugía. La tracción ayuda a alinear correctamente la columna vertebral.
Los corticosteroides u otros medicamentos ayudan a reducir la inflamación alrededor de la médula espinal, mientras que las intervenciones quirúrgicas suelen ayudar a estabilizar la columna o a retirar objetos que la comprimen. A médico de accidentes de tráfico suele recomendar el uso de sondas de alimentación, ventiladores mecánicos o sondas vesicales para quienes necesitan ayuda para comer, respirar y vaciar la vejiga.
El tratamiento de las lesiones medulares no termina con el alta hospitalaria. Normalmente, quienes viven con un traumatismo de espalda de este tipo requieren una atención médica continua y una comunicación frecuente con su médico de cabecera o sus especialistas. Esto puede incluir tratamientos para prevenir y tratar complicaciones secundarias.
Además de los equipos sanitarios, las personas con lesiones medulares causadas por accidentes de tráfico suelen necesitar ayuda de familiares, enfermeras o auxiliares cualificados. Los cuidados de apoyo que prestan estos ayudantes incluyen asistencia para bañarse, vestirse y ajustar la posición para evitar la aparición de escaras.
La rehabilitación también desempeña un papel importante en la vida de los lesionados medulares. Desde las primeras fases de la lesión y a menudo durante el resto de la vida, la rehabilitación de las lesiones medulares suele incluir terapia ocupacional y fisioterapia.
Los terapeutas trabajan con sus pacientes para mantener y reforzar la función muscular, así como para volver a desarrollar su motricidad fina, enseñarles técnicas de adaptación para realizar tareas cotidianas y ayudarles a utilizar tecnologías y equipos que les permitan llevar una vida lo más independiente y productiva posible.
Además, las terapias ayudan a prevenir complicaciones. Por ejemplo, los terapeutas pueden proporcionar ejercicios y tratamientos para ayudar a reforzar el control de la vejiga y los intestinos, o para controlar el dolor.
Como ocurre con la mayoría de los factores relacionados con las lesiones medulares, el pronóstico a largo plazo de quienes viven con estas afecciones depende del tipo y la gravedad de sus lesiones. Aunque las intervenciones médicas no pueden revertir lesiones completas, algunas personas con este tipo de traumatismos pueden experimentar cierto grado de mejoría en los días posteriores a sus accidentes.
Con el tiempo, las personas con lesiones incompletas suelen experimentar una mayor mejoría, y algunas recuperan el movimiento suficiente para controlar las funciones vesical e intestinal y caminar.
La gente no debe encogerse de hombros ante posibles lesiones de la columna vertebral, ya que retrasar el tratamiento puede tener un efecto adverso en los resultados de sus lesiones. Tras un accidente de tráfico, los implicados deben buscar atención médica inmediata si experimentan lo siguiente:
Las personas implicadas en accidentes de tráfico también deben considerar la posibilidad de acudir inmediatamente al médico si pierden todo o parte del control sobre cualquier parte de su cuerpo, así como si experimentan urgencia intestinal o urinaria, retención o problemas de incontinencia.
Tras colisiones automovilísticas que los dejan con lesiones medulares y necesitados de tratamiento médico, un Nueva York o Nueva Jersey médico de accidente de coche puede ayudar a las personas a volver a una vida productiva. Nuestros especialistas en neurología y otros profesionales de la salud trabajan con los pacientes, desarrollando planes de tratamiento personalizados que abordan sus lesiones - incluyendo sus necesidades asociadas a corto y largo plazo.
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