Los adultos mayores nacidos entre 1946 y 1964 son también conocidos como la generación del Baby Boomer. Tienen fama de ser muy trabajadores por su disposición a trabajar muchas horas y, hoy en día, muchos siguen haciéndolo a pesar de haber alcanzado la edad de jubilación.
Esta situación supone un reto único para estos estadounidenses mayores en el trabajo, ya que a medida que envejecen, sus cuerpos se debilitan y no pueden realizar las tareas con el mismo vigor que antes. Aunque muchos Boomers tienen la experiencia necesaria para evitar peligros en el trabajo, la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. ha demostrado que sufren lesiones laborales más graves que sus colegas más jóvenes.
Los empleados de la generación del baby boom que se lesionan mientras trabajan sufren con más frecuencia daños graves y mortales, que pueden requerir un periodo de recuperación más largo debido a otras afecciones que ya padecen. Esto podría incluir enfermedades como la diabetes o la artritis. Las cardiopatías también pueden complicar el proceso de curación, y los costes médicos asociados a las reclamaciones por lesiones laborales son mayores debido a los problemas de salud preexistentes.
La razón de ello parece fisiológica, y las empresas que contratan a esta generación de empleados de más edad están intentando acomodarse.
Fuerza muscular
A medida que envejecemos, la fuerza muscular se debilita y hace que la parte inferior de nuestro cuerpo sea vulnerable a resbalones y caídas. Los trabajadores mayores tardan más en recuperarse de estas caídas, ya que este proceso también se ralentiza con la edad. Las caídas de escaleras y otras situaciones que requieren equilibrio y altura suponen un mayor riesgo de lesiones graves, si no mortales, para los baby boomers que trabajan.
Pérdida auditiva y visual
La edad también afecta gradualmente a la audición y la visión. Los empleados mayores pierden una valiosa conciencia de su entorno y pueden no ver una carretilla elevadora u otro medio de transporte motorizado dentro de un almacén cuando caminan por esquinas ciegas e intersecciones.
Según un informe del Consejo Nacional de Compensación de Seguros, los trabajadores de la generación del baby boom sufrieron más lesiones de rodilla, lumbares y del manguito rotador del hombro. También se determinó que las caídas eran el principal riesgo para los adultos mayores en el lugar de trabajo, que a menudo eran debilitantes y requerían tiempos de recuperación más largos.
Al comparar las diferencias de tipos de lesiones entre los Boomers y las generaciones más jóvenes, los empleados mayores eran menos propensos a sufrir lesiones leves como cortes y laceraciones. La conclusión general es que, a pesar de no sufrir tantas lesiones, la generación de los Boomers tiene más probabilidades de resultar gravemente herida cuando las sufre.
Emplear a trabajadores mayores es un recurso inestimable de experiencia y sabiduría para cualquier empresa, pero el riesgo de sufrir lesiones devastadoras es muy real. Además de las tasas más elevadas de accidentes con resultado de muerte, hay otros factores importantes a tener en cuenta cuando se trabaja con esta generación de empleados.
Según el informe Nonfatal Occupational Injuries and Illnesses Among Older Workers (Lesiones y enfermedades profesionales no mortales entre los trabajadores de más edad), hay factores adicionales que deben tenerse en cuenta al evaluar el impacto de los baby boomers en el proceso de indemnización de los trabajadores:
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